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EFE/OTR/PRESSJERUSALÉN
Israel continúa sus operaciones militares en Gaza y Cisjordana, donde en las últimas 24 horas murieron ocho palestinos, mientras que el designado primer ministro Mahmud Abás (Abu Mazen), enfrentado con el presidente Yaser Arafat, trata de conformar su Gobierno.

El plazo para la formación de un gobierno, que le encomendó Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania y Gaza, vencerá el martes.

Cinco palestinos y un soldado israelí murieron ayer durante una incursión militar en el campo de refugiados de esa ciudad del sur de la franja de Gaza, en la frontera con Egipto. Alrededor de 50 palestinos y cuatro soldados israelíes resultaron heridos en fieros intercambios de fuego, según los testigos, cuando las fuerzas militares lo invadieron con unos treinta tanques y carros blindados, apoyadas por helicópteros Apache.

En el campo de Rafah, las fuerzas militares israelíes demolieron la vivienda de un dirigente islámico y las israelíes daban cuenta de la destrucción de dos túneles que servían para el contrabando de armas, munición y mercancías desde el territorio egipcio al de Gaza.

Otros tres palestinos murieron en Naplusa, Jenín y la aldea de Azún, en Cisjordania, en acciones del Ejército israelí.

El Allegados a Abu Mazen, a quien la comunidad internacional considera el posible sustituto del histórico Arafat para restablecer el proceso de paz en Oriente Medio, sostienen que podría renunciar a la misión, si no logra superar las disensiones en torno a algunos nombres que quiere incluir en su gabinete.

Dajlán, ex jefe del Servicio de Seguridad Preventiva en la franja de Gaza y distanciado con Arafat, tendría que hacerse cargo de esos organismos, que cuentan con unos 30.000 hombres armados, para sofocar el alzamiento palestino y desarmar a la resistencia a fin de posibilitar la reanudación de las negociaciones de paz con Israel.