Jay Garner (izquierda) durante la primera visita que realizó ayer por Bagdad.

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El general retirado estadounidense Jay Garner, primer administrador estadounidense de un país árabe, llegó ayer por vía aérea a Bagdad y tomó plaza en Irak, una vez que las estelas de la guerra van desapareciendo y el régimen anterior ya está completamente derrocado. Nada más llegar al aeropuerto de Bagdad, donde está instalado el Mando Militar de EE UU, Garner afirmó que «hoy es un gran día para mi, porque el mejor día para un ser humano es aquel en el que se puede ayudar a otras personas y eso es lo que vamos a intentar» en Irak.

Garner dirige la Oficina de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria (ORHA) del Departamento de Defensa de EEUU, la agencia encargada por la Casa Blanca de coordinar la administración civil del futuro Irak, un país fuertemente dañado no solo por la guerra, sino por doce años de embargo internacional. Garner ha asegurado que visitará en la capital iraquí -con cerca de 6 millones de habitantes- «plantas de generación eléctrica y agua potable, hospitales y centros sanitarios».

La recuperación de los servicios básicos es uno de los principales objetivos del nuevo administrador civil de Irak para asistir a la necesitada población. Junto a Garner, y para cumplir esta misión, estará un equipo de 400 expertos, militares, diplomáticos, juristas y funcionarios iraquíes exiliados. Sin especificar cuánto tiempo permanecerá en Bagdad, Garner afirmó que después de su estancia en la capital iraquí viajará al norte del país.