La ciudad de Kerbala congregó ayer a cientos de miles de chiíes que tras años de represión pudieron celebrar su festividad.

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AGENCIAS-KERBALA
Las primeras consignas hostiles a Estados Unidos se escucharon ayer en la gran peregrinación chií de Kerbala (centro de Irak), donde miles de fieles también lanzaron gritos «contra la ocupación y el colonialismo».

Como cada año, los chiíes recuerdan el paso de los cuarenta primeros días de la muerte de Al Husein, cuando los familiares celebran el primer aniversario de un fallecimiento. Cánticos, rezos, pancartas, banderas verdes -color del Islamy negras -de los chiís- acompañaban a una muchedumbre abigarrada que portaba iconos del líder espiritual, decapitado hace unos 1.350 años durante una batalla el centro del Irak actual.

«No al colonialismo, no a la ocupación, no al imperialismo», corearon cerca de 3.000 fieles que repetían las palabras de un religioso montado en el camión que abría el cortejo, en la explanada del mausoleo del imán Hussein. «Si Estados Unidos se queda aquí sufrirá», añadieron, lanzando también consignas contra Israel. «Sí al chiísmo, sí al sunnismo, sí a la unión del Islam», gritaban.

Miles de musulmanes pudieron conmemorar ayer por primera vez la muerte del líder espiritual de los chiíes Al Husein, nieto de Mahoma, después de que Sadam Husein hubiera prohibido la celebración durante años para prevenir revueltas y enfrentamientos con fieles de la rama suní del Islám.

Una riada de hombres, mujeres y niños se acercó desde primera hora de la mañana a la mezquita consagrada en las afueras de Basora a Alí, yerno de Mahoma y padre de Al Husein. Por el contrario, el templo suní situado justo enfrente estaba completamente vacío.