Blair terminó ayer su visita a Corea del Norte y se trasladó a China.

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FERNANDO PAJARES-LONDRES
En declaraciones desde Seúl, donde se encontraba el domingo en visita oficial, Blair se comprometió a declarar ante el juez que dirigirá la investigación judicial independiente, Brian Hutton, lord Hutton. El doctor David Kelly, de 59 años, biólogo, funcionario y ex inspector de la ONU en Irak, fue encontrado el viernes cerca de su casa con las venas de la muñeca izquierda cortadas. Al lado de su cuerpo, la policía encontró un cuchillo y un tubo de analgésicos.

Su familia dijo el sábado en un comunicado que la vida del doctor Kelly había sido, en las últimas semanas, «intolerable». La cadena de radio y televisión pública confirmó ayer que el científico fue la «fuente principal» de dos de sus periodistas, Andrew Gilligan y Susan Watts, cuando ambos informaron de que el Gobierno había forzado su argumentación para justificar la participación del Reino Unido en la guerra del Golfo.

Blair descartó presentar su dimisión por el escándalo pero aseguró que asumirá la responsabilidad por las acciones de los miembros de su gabinete. Blair se mostró tajante al ser preguntado si se siente con ganas de continuar en el cargo pese a las críticas que está recibiendo: «por supuesto», afirmó. «Evidentemente creo que estoy haciendo lo correcto para el país de lo contrario no estaría ocupando este cargo», añadió.

El primer ministro volvió a calificar la muerte de Kelly como una «terrible, terrible tragedia» e insistió en pedir «respeto» y «moderación» antes de sacar conclusiones sobre el caso. La hipótesis más extendida sobre el aparente suicidio del científico es que no pudo aguantar más la presión emocional que le supuso estar en el centro de una pelea a cara de perro entre el Gobierno y la BBC.