Imagen de un vídeo que grabó el momento del ataque de la resistencia iraquí en Khaldíya.

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SOBHI HADDAD-BAGDAD
Al menos ocho soldados de EEUU murieron ayer, según televisiones árabes, en el ataque que sufrió un convoy militar en pleno «triángulo suní», tras dos semanas de relativa calma. La cadena de televisión Al-Arabia informó de que ocho soldados estadounidenses habrían muerto y otros seis resultaron heridos en el ataque, información que no ha sido confirmada por Estados Unidos. Testigos presenciales explicaron que el incidente ocurrió al explotar un artefacto colocado en una carretera de la ciudad de Khaldíya, unos 80 kilómetros al oeste de Bagdad, al paso de un convoy militar estadounidense. La detonación dejó calcinados tres vehículos del Ejército de Estados Unidos, entre ellos un camión de transporte de tropas. Las primeras informaciones del corresponsal de Al-Arabiya, que fue testigo del incidente, cifró en cuatro el número de muertos aunque afirmó que podía ser mayor. La ciudad de Khaldiya está situada cerca de la localidad de Ramadi dentro del llamado «triángulo suní», donde se concentran el mayor número de simpatizantes del ex presidente iraquí Sadam Husein. De confirmarse la noticia, este sería uno de los ataques más sangrientos sufridos por las tropas del Pentágono en Irak.

Ayer fue atacado el cuartel general de las fuerzas estadounidenses en la ciudad iraquí de Mosul, a 400 kms. al norte de Bagdad, al tiempo que se registraba una explosión en el oleoducto que une los campos petroleros de Kirkuk con la costa mediterránea turca. El Hotel Nineveh Oberoi, ocupado por las fuerzas estadounidenses, fue atacado con dos granadas de mortero que explotaron, aunque se desconoce si se produjeron víctimas.