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EFE-DUBAI
Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países más desarrollados lanzaron ayer un mensaje de optimismo tras el fracaso de la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebrada en Cancún y pidieron una mayor flexibilidad de los tipos de cambio para evitar los desequilibrios actuales.

El resultado ha sido que la reciente depreciación del dólar -debida en parte a su déficit de cuenta corriente, que tiene un volumen sin precedentesse ha producido a expensas del euro, lo que deteriora las perspectivas de crecimiento en Europa, según el FMI.

«Es deseable más flexibilidad en los tipos de cambio en países o áreas económicas de peso para promover ajustes extensos y graduales en el sistema financiero internacional, basados en los mecanismos de mercado», indicaron los «Siete» en un comunicado conjunto.

EEUU reclama a China que permita la apreciación del yuan respecto al dólar, que Pekín evita para que sus exportaciones no pierdan competitividad. Japón, que es uno de los miembros del G7, también ha intervenido para sostener su moneda.

Por ello, el comunicado del G7, que agrupa a EEUU, Canadá, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, es un intento de abordar este desajuste. «Reafirmamos que los tipos de cambio deberían reflejar las condiciones económicas fundamentales», señala el documento conjunto.

Willem Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo, dijo estar «extremadamente satisfecho con la declaración del comunicado, que es muy equilibrada», puesto supone un reconocimiento de que el problema del desajuste cambiario «no se limita a uno o dos países, sino que es general».