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Tres soldados estadounidenses murieron en las últimas horas en Irak en dos ataques separados en los que también resultaron heridos 13 militares, horas después del atentado contra la miembro del Consejo de Gobierno Aquila Hashimi, cuyo salud es «estable dentro de la gravedad».

Según fuentes estadounidenses, dos de sus soldados murieron el sábado y otros trece resultaron heridos en una acción con morteros contra la prisión Abu Gharib, en el oeste de Bagdad, controlada por las tropas norteamericanas.

Los soldados, miembros de la Brigada 205 de la Inteligencia del Ejército, perecieron cuando patrullaban en los alrededores de la citada prisión, situada en el extrarradio de la capital iraquí.

Poco después del ataque contra la prisión de Abu Gharib, cámara del terror durante la égida del depuesto Sadam Husein, otro soldado norteamericano, este miembro del Tercer Regimiento de la Caballería Acorazada, pereció tras ser atacado el vehículo militar en el que viajaba.

Según fuentes militares norteamericanas, el ataque ocurrió la noche del sábado al domingo en Ramadi, cuando un artefacto explosivo estalló al paso de una patrulla estadounidense.