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FRANCE PRESS-BAGDAD/WASHINGTON
Un nuevo atentado sacudió ayer la capital iraquí. Esta vez el objetivo del acto terrorista fue el hotel Al Rachid, donde se aloja personal militar y civil norteamericano. No se tuvieron que lamentar víctimas mortales a consecuencia del ataque con varias granadas autopropulsadas, tan sólo algunos daños materiales. Mientras, Washington anunciaba la movilización de 10.000 efectivos de la Guardia Nacional, con vistas a su despliegue en Irak el próximo año, al tiempo que el presidente ruso, Vladimir Putin, descartaba una eventual participación de Moscú en la reconstrucción del país árabe antes de que la ONU vote una resolución.

El hotel Al Rachid, símbolo de la ocupación estadounidense y lugar donde trabajan la mayor parte de corresponsales de prensa norteamericanos, resultó atacado al amanecer con proyectiles que podrían ser obuses de mortero o cohetes. Se registraron «daños menores» en el piso 14, según un portavoz militar. Se trata del segundo ataque en los últimos tres días contra un hotel. El pasado jueves, estalló un artefacto frente al hotel Aike, donde se aloja un equipo de la cadena de televisión norteamericana NBC, matando a un empleado del establecimiento e hiriendo a otras dos personas. Mientras, cuatro civiles iraquíes, incluidas dos mujeres, fallecieron en la noche del viernes y otras ocho quedaron heridas por disparos de soldados estadounidenses contra sus vehículos a la entrada de Faluyá (50 kilómetros al oeste de Bagdad), según fuentes médicas iraquíes.

Washington ya ha anunciado la apertura de una investigación para determinar las causas de este suceso y si fue un nuevo error. Por otra parte, el Pentágono aprobó este fin de semana la movilización de dos brigadas de la Guardia Nacional, 10.000 efectivos en total, con vistas a su despliegue en Irak el año que viene, al tiempo que puso en alerta para el alistamiento de un tercer contingente de 5.000 hombres. Los llamamientos de Washington solicitando refuerzos en Irak, en particular turcos, surcoreanos, indios y paquistaníes, no han encontrado eco hasta el momento. En la actualidad, hay alrededor de 160.000 soldados extranjeros en Irak, de los que 140.000 son estadounidenses y 10.600 británicos.