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El primer ministro israelí, Ariel Sharon, aseguró ayer por primera vez, y ante un grupo de parlamentarios europeos, que no tiene la intención de matar al presidente palestino, Yaser Arafat, a quien volvió a calificar de «obstáculo para la paz».

Esta es la primera vez que el primer ministro israelí asevera que no tiene planes de matar al líder palestino, sobre el que pende una resolución de principio tomada por su gobierno para «hacerlo desaparecer» de la zona.

«No hay ningún plan para matarle (a Arafat) a pesar de que ese hombre es el responsable de la muerte de cientos de personas, de miles de civiles mayormente, porque su estrategia es el terrorismo», dijo Sharón a unos 150 parlamentarios europeos que le visitaron ayer en Jerusalén.

La resolución fue adoptada por el Ejecutivo israelí el pasado 11 de septiembre, tras dos atentados suicidas palestinos en un mismo día, aunque entonces Israel no precisó cuáles eran sus intenciones con respecto al «raís».

Se barajaron las posibilidades de que Israel asesinaría o expulsaría a Arafat de la zona, y que lo único que lo impedía es una vieja promesa de Sharón al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Pero Sharón ha puesto fin a las especulaciones y ha ratificado recientes filtraciones a la prensa sobre que rechaza la posibilidad de asesinar a Arafat por las graves consecuencias que podría tener para toda la región.

Los parlamentarios europeos llegaron a Israel el sábado para una visita de cuatro días a fin de familiarizarse con el conflicto de Oriente Medio, dentro de una iniciativa de la ONG MedBridge.