Algunos de los militares italianos heridos en el atentado del pasado miércoles regresaron ayer a Italia.

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AGENCIAS-WASHINGTON
Las tropas de EEUU permanecerán en Irak «durante algún tiempo», reiteró ayer el presidente estadounidense, George W. Bush, al reunirse con el jefe de Estado italiano, Carlo Azeglio Ciampi, en el Despacho Oval. Las declaraciones de Bush se producen apenas dos días después del atentado en Bagdad contra tropas italianas, en el que murió una treintena de personas, y en momentos en los que Washington trata de acelerar el traspaso de poderes a las autoridades iraquíes.

Las declaraciones del presidente coinciden con la intención de su Gobierno de acelerar el traspaso de poderes a las autoridades iraquíes, con vistas a que en la primera mitad del año próximo pueda constituirse un Ejecutivo provisional. También a lo largo de la primera mitad del año próximo se reducirá progresivamente el número de tropas estadounidenses en Irak, de los 132.000 soldados actuales a 105.000.

«En lo que se refiere a la seguridad, haremos lo que sea necesario», declaró Bush, quien agregó que «nos quedaremos allí hasta que el trabajo esté hecho, y entonces nos marcharemos». Según explicó, «el trabajo es conseguir un Irak libre y pacífico», algo que «tendría consecuencias históricas». Aunque no lo mencionó de manera explícita, el Presidente estadounidense dio a entender que las tropas de su país permanecerán, al menos, hasta que hayan conseguido encontrar al ex presidente iraquí, Sadam Husein, en paradero desconocido. «Encontraremos a Sadam Husein... somos fuertes y decididos y lograremos el éxito», explicó Bush, cuyo Gobierno atribuye los episodios de violencia en el país árabe a simpatizantes del antiguo régimen.