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EFE-CRAWFORD
La Casa Blanca continuó ayer ofreciendo detalles sobre el viaje sorpresa del presidente George W. Bush a Bagdad, una visita que también ha empezado a recibir críticas de familiares de soldados en Irak o de la oposición demócrata. Bush descansa del largo viaje en su rancho de Crawford (Texas), mientras analistas, políticos y familiares de los 130.000 soldados estadounidenses en Irak ofrecen sus impresiones sobre el significado y el alcance del sorprendente viaje.

Desde la oposición demócrata, los senadores Hillary Clinton y Jack Reed manifestaron en Bagdad, a donde llegaron horas después de Bush, que lo que éste debería hacer es centrar sus esfuerzos en conseguir que la ONU vuelva a Irak. Clinton y Reed, que se reunieron con soldados y mandos de EEUU, abogaron por «internacionalizar» el esfuerzo de la posguerra.