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EFE-NACIONES UNIDAS
La Asamblea General de la ONU adoptó ayer una resolución en la que pide al Tribunal Internacional de Justicia pronunciarse sobre la legalidad de la construcción de un muro por Israel en los territorios ocupados palestinos.

La resolución fue adoptada con 90 votos a favor, 8 votos en contra, entre ellos los de Israel, Estados Unidos, Micronesia e Islas Marshall, y 74 abstenciones, incluidas las de países de la Unión Europea.

La votación, cuyo resultado planteaba dudas debido a que se preveía una fuerte abstención, tuvo lugar tras un encendido debate en el que intervinieron una docena de oradores y en el que palestinos e israelíes mostraron una vez más posiciones radicalmente opuestas.

La resolución expresa la preocupación de la Asamblea por la construcción de este muro, que Israel califica de «seguridad» y los palestinos de «separación», y que «ha involucrado la confiscación y destrucción de tierras y recursos palestinos», ha desbaratado la vida de miles de civiles y «anexionado de facto amplias áreas de territorio».

Igualmente preocupante, según la Asamblea, es el impacto «devastador» que el muro tiene sobre la población civil y sobre las perspectivas de resolver el conflicto palestino-israelí y establecer paz en la región.

La resolución fue presentada tras la reciente divulgación de un informe del secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el que reconoce que Israel no está cumpliendo con las resoluciones de la organización puesto que no ha cesado, como se exigió en una resolución anterior, la construcción del muro.

Pese a la derrota en la votación, Israel consideró el resultado de la votación como «una victoria moral» ya que más de la mitad de los estados miembros de la ONU no votaron por esta resolución que consideró «parcial».