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La detención de Sadam Husein no ha roto el ciclo de violencia en Irak, y ayer un nuevo atentado con un camión-bomba acabó con la vida de al menos diez personas en un barrio de Bagdad.

Al menos diez personas han muerto y 22 han resultado heridas, tres de ellas mujeres y muchas de ellas en estado grave, en lo que parece un atentado suicida en un populoso barrio de Bagdad, informaron fuentes médicas iraquíes.

Los médicos en el Hospital Yarmuk, el más cercano al lugar del suceso y uno de los principales centros médicos de Bagdad, no descartaron la posibilidad de que cadáveres o heridos hayan sido trasladados a otros hospitales tras el atentado.

Por su parte, las autoridades militares estadounidenses dijeron que la explosión del camión se originó en un accidente de carretera y no fue provocado por ninguna bomba, como señalaron previos informes de la policía iraquí. El portavoz militar norteamericano capitán Jason Beck dijo asimismo que fueron 10 los muertos y no 17 como se había informado en un principio. «Nuestros expertos examinaron el lugar y no encontraron evidencias de que se hubieran usado explosivos. No parece un atentado con coche bomba. Se trató de un camión de combustible que simplemente sufrió un accidente de tráfico», dijo el portavoz militar.

Asimismo, afirmó que hasta el momento se desconoce la identidad de las víctimas mortales.
Mithat Ghanem Abás, de 35 años esperaba a un autobús para ir a su trabajo en un cruce de carreteras cuando un camión-cisterna amarillo estalló delante de él, en una enorme explosión que se escuchó a varios kilómetros a la redonda.