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EUROPA PRESS-BRUSELAS
La Comisión Europea informó ayer de que ha enviado a 18 compañías aéreas, entre ellas Iberia y Spanair, una carta en la que les solicita información sobre la práctica de venta que consiste en establecer precios diferentes para los mismos vuelos y servicios según el país de residencia del comprador.

Normalmente, las aerolíneas utilizan la dirección postal o dirección que figura sobre la tarjeta de crédito del cliente para determinar el lugar de residencia de este. Las diferencias pueden ir desde 200 euros en un trayecto intra-UE según se compre en Alemania o Luxemburgo, o incluso, para trayecto extra-UE del 300 por ciento. Estos hechos no se dan en ninguna de las compañías llamadas de bajo coste.

Bruselas, que no ha abierto expediente de infracción por el momento, opina que estos hechos discriminan a los viajeros según su nacionalidad o residencia, lo que atenta contra el espíritu del mercado común europeo. El portavoz de Transportes y Energía, Gilles Gantelet, apuntó que el Ejecutivo comunitario ha recibido centenares de quejas sobre estas prácticas, y en especial, respecto a las ventas realizadas a través de Internet.

En la misiva, la Comisión señala que ha recibido «un número creciente de cartas de ciudadanos europeos que se quejan de las condiciones variables de venta de los billetes de avión, o incluso de rechazo de venta por parte de las compañías aéreas o agentes de viajes, debido a que el billete elegido está ofertado, a un precio marcado, exclusivamente para los residentes de ciertos Estados miembros de la Unión y no a los demás».