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EUROPA PRESS/EFE-ROMA
Los 250 millones de euros desaparecieron en 2001, cuando una sociedad financiera brasileña perteneciente a Parmalat emitió obligaciones por 500 millones de euros, de los cuales la mitad sirvió para cubrir gastos en Brasil. Los fondos restantes fueron depositados en la filial del SCH como garantía de un préstamo emitido por la entidad que preside Emilio Botín, y a partir de ahí su rastro se difumina hasta su destino final en Malta.

Mientras, el ex presidente del grupo alimentario Parmalat, Calisto Tanzi, dijo ayer estar dispuesto a ceder todo su patrimonio personal para sufragar las pérdidas de los inversores tras la bancarrota de la empresa. El abogado Fabio Belloni difundió ayer una declaración que su defendido hizo ante el juez milanés Guido Salvini, quien instruye el caso por la insolvencia de Parmalat, que hasta ahora ha supuesto el ingreso en la cárcel de ocho personas, entre ellas el propio Tanzi.

El presidente del banco italiano SanPaolo Imi, Rainer Masera, ya compareció ante los magistrados de Parma por su conocimiento de los hechos, y según el diario económico 'Il Sole 24 Ore', otros banqueros italianos deberán hacer lo mismo.

En esa declaración, Tanzi afirma estar dispuesto a «dar las llaves de mi patrimonio» a Enrico Bondi, el comisario extraordinario nombrado por el Gobierno para gestionar una salida a la crisis del grupo alimentario. Ese patrimonio sería usado «en el procedimiento de insolvencia, para intentar atenuar, en la medida de lo posible, las consecuencias de los hechos», según la declaración.

La cesión requerirá algo de tiempo porque «se trata de una operación complicada», señaló Belloni, quien añadió que la impresión de Tanzi es que «una buena gestión de Parmalat y algunos activos que existen pueden ser suficientes para salvar la empresa del choque financiero». El juez procedió ayer a interrogar por cuarta vez al ex presidente de Parmalat, quien ofreció datos acerca de las entrevistas que mantuvo con personas vinculadas al caso en los días previos a su detención.

Estas informaciones permitirán a los magistrados nuevas líneas de investigación, en especial para intentar averiguar si el empresario dispone de cuentas en el extranjero -en especial, Sudamérica- a las que haya podido desviar dinero. Belloni reclamó de nuevo que su defendido, de 65 años, pase a la condición de arresto domiciliario.

Por otra parte, el gestor provisional del grupo, Enrico Bondi, confirmó ayer que la semana próxima convocará a dirigentes de los principales bancos italianos para sondear su disponibilidad a suministrar recursos para garantizar el desarrollo de la actividad de Parmalat. La estimación inicial es que serían necesarios entre 50 y 100 millones de euros.