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EFE-JERUSALÉN/RAMALA
Los jueces del Tribunal Supremo de Justicia han ordenado ayer detener la construcción de un tramo del «muro de seguridad» que Israel está levantando en medio de crecientes protestas en tierras palestinas de Cisjordania.

Se trata del tramo que afecta a ocho aldeas palestinas situadas al noroeste de Jerusalén, entre ellas las de Bidu y Beit Sourik, donde esta semana perdieron la vida tres manifestantes al ser reprimidos por la policía de frontera con gases y disparos cuando trataron de impedir el comienzo de la construcción y apedrearon a sus efectivos.

La interrupción de la obra es, de momento, por una semana, según la orden judicial. En este período tendrían que buscar una solución representantes del Estado y los abogados de los damnificados.

El domingo próximo volverá a reunirse el Tribunal Supremo para escuchar los argumentos de ambas partes a fin de dar a conocer después su fallo si no llegaran a un entendimiento.

Por otra parte, el presidente palestino, Yaser Arafat se mostró ayer visiblemente recuperado y complacido ante unas 80 españolas a las que ha recibido en una audiencia en la que, incluso, brincó de su silla para auxiliar a una de ellas, Andrea Guardiola, que se ha desmayado cuando hablaba de Irak.

Mujeres miembros de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Géneros como Mónica Randall, Silvia Abascal, Cristina del Valle y la escritora Lucía Etxebarría, grupos musicales como «Lagarto Amarillo» y «la Frontera» y cantautores como Caco Senante y Tontxu, acudieron no sin emoción a la Mukata para ver al «rais», de 74 años, en su confinamiento. Arafat les agradeció su apoyo y solidaridad.