Aristide, que apareción tranquilo y distendido, también mantuvo
haber sido víctima de un «secuestro político», negando sin embargo
estar «prisionero en Bangui». «Soy el presidente democráticamente
electo y lo sigo siendo, y es en nombre de los que me eligieron que
pido la restauración del orden constitucional», declaró a la
prensa, reunida en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
«Apelamos a una resistencia pacífica para restaurar el orden
constitucional haitiano», agregó, en presencia de responsables
centroafircanos. «No puedo explicar hoy que los mismos asesinos,
los mismos criminales que estuvieron en el origen de la muerte de
más de 5.000 personas en Haití sean utilizados ahora por una mano
invisible para sembrar el duelo en mi país», afirmó, sin dar más
detalles, antes de mantener que había ido secuestrado en Puerto
Príncipe.
«Ha habido un secuestro político, lo reitero. Se nos ha
prohibido en el avión mirar por la ventanilla. Hemos pasado cuatro
horas de escala sin saber dónde estábamos», añadió.
Por otra parte, Boniface Alexandre, que fue designado presidente
de Haití el pasado 29 de febrero, hizo ayer un llamamiento a la
reconciliación y prometió elecciones libres, durante la ceremonia
oficial en la que asumió el cargo. La ceremonia tuvo lugar en el
Palacio Presidencial, al que no había acudido aún, en presencia de
ministros, jueces, dirigentes de la opositora Plataforma
Democrática, embajadores y los siete miembros del llamado «consejo
de sabios» que tienen previsto nombrar un primer ministro hoy.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.