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EUROPA PRESS/EFE-BANGUI
El presidente haitiano derrocado Jean-Bertrand Aristide afirmó ayer que sigue siendo «el presidente electo» de Haití, antes de llamar a la «resistencia pacífica para restaurar el orden constitucional», durante su primera aparición pública desde su llegada el pasado 1 de marzo a Bangui.

Aristide, que apareción tranquilo y distendido, también mantuvo haber sido víctima de un «secuestro político», negando sin embargo estar «prisionero en Bangui». «Soy el presidente democráticamente electo y lo sigo siendo, y es en nombre de los que me eligieron que pido la restauración del orden constitucional», declaró a la prensa, reunida en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

«Apelamos a una resistencia pacífica para restaurar el orden constitucional haitiano», agregó, en presencia de responsables centroafircanos. «No puedo explicar hoy que los mismos asesinos, los mismos criminales que estuvieron en el origen de la muerte de más de 5.000 personas en Haití sean utilizados ahora por una mano invisible para sembrar el duelo en mi país», afirmó, sin dar más detalles, antes de mantener que había ido secuestrado en Puerto Príncipe.

«Ha habido un secuestro político, lo reitero. Se nos ha prohibido en el avión mirar por la ventanilla. Hemos pasado cuatro horas de escala sin saber dónde estábamos», añadió.

Por otra parte, Boniface Alexandre, que fue designado presidente de Haití el pasado 29 de febrero, hizo ayer un llamamiento a la reconciliación y prometió elecciones libres, durante la ceremonia oficial en la que asumió el cargo. La ceremonia tuvo lugar en el Palacio Presidencial, al que no había acudido aún, en presencia de ministros, jueces, dirigentes de la opositora Plataforma Democrática, embajadores y los siete miembros del llamado «consejo de sabios» que tienen previsto nombrar un primer ministro hoy.