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REUTERS-VIENA
Analistas de seguridad todavía debatían ayer la posible participación de extremistas islámicos en los atentados contra trenes en Madrid, reivindicados por un grupo vinculado a Al Qaeda en un mensaje electrónico a un diario árabe de Londres. España dijo inicialmente que el grupo separatista vasco ETA era el responsable de los atentados. Pero tras el descubrimiento de una camioneta robada con detonadores y cintas de audio con grabaciones en árabe de versículos del Corán, el Gobierno dijo que no se había descartado ninguna línea de investigación.

Esto mostraría que la red, tras confinar sus ataques durante los dos últimos dos años y medio en países musulmanes del Golfo Pérsico, el norte de Africa, Turquía y el sureste de Asia, es capaz de golpear «el corazón de la Europa cruzada» y amenazar con un nuevo atentado contra Estados Unidos, si se toma como cierto el mensaje electrónico al diario al-Quds al-Arabi. Y también aumentaría el nivel de alerta en naciones europeas como Gran Bretaña, Italia y Polonia, que cada vez se han alineado más con Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo y enviaron tropas al invadido Irak. Sin embargo, los expertos en terrorismo se muestran cautelosos antes de llegar a conclusiones.

Si estuvieron involucrados Al Qaeda o los radicales islámicos, las implicaciones serían enormes: el primer ataque de ese tipo en el corazón de Europa, y el primero en Occidente desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.