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Trece supuestos miembros del Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM), sospechoso de los atentados de Casablanca en mayo de 2003, quedaron bajo custodia ayer en París, en una operación que «a priori» no está ligada a los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, informaron las autoridades.

Tanto la Fiscalía como el Ministerio del Interior señalaron que las investigaciones que condujeron a estas detenciones no están vinculadas por ahora con los recientes atentados en España. Las operaciones se producen «tras largas investigaciones conducidas por la DST, en contacto con sus socios extranjeros. A priori, no tienen vínculo con los recientes atentados que han golpeado la capital española», afirmó en una nota el Ministerio de Interior, en alusión a los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid.

Las redadas fueron lanzadas a primera hora del día en Mantes La Jolie, Aulnay-sous-Bois y les Mureaux, a las afueras de París, por la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST), el contraespionaje francés y agentes del cuerpo de elite RAID.

De los quince detenidos -nueve hombres y seis mujeres-, trece fueron puestos bajo custodia en los locales de la DST, incluido un sospechoso que fue arrestado en el aeropuerto parisiense de Roissy-Charles de Gaulle, cuando se disponía a salir de Francia, precisó la Fiscalía de París.

Entre los detenidos, más de media docena aparecen en los procedimientos judiciales relativos a los atentados perpetrados en Casablanca el 16 de mayo de 2003, en los que murieron 45 personas, entre ellos cuatro españoles y dos franceses. La presencia de franceses entre las víctimas de Casablanca permitió la apertura de una investigación judicial en Francia, a cargo de los jueces antiterroristas Jean-Louis Bruguiere y Jean-Francois Ricard. Bruguiere, decano de los jueces antiterroristas de París, hizo una visita a Marruecos el mes pasado en el marco de la instrucción.