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FRANCE PRESS-GAZA
Un total de 19 palestinos murieron abatidos por disparos israelíes y otro por la explosión de un artefacto que quería utilizar contra los militares. El balance aumentó cuando las ambulancias palestinas entraron para recuperar cadáveres en el barrio Tal al Sultán del campo de refugiados de Rafah, donde tuvieron lugar los enfrentamientos más violentos.

El brazo armado del movimiento radical palestino Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam, hizo un «llamamiento urgente» de ayuda a los países árabes e islámicos. Convocados por Hamás, miles de palestinos se manifestaron en Gaza contra los «crímenes de la ocupación en Rafah». El presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, afirmó que la operación israelí es una «gran masacre» e instó a la comunidad internacional a que intervenga para ponerle fin. «Lo que ocurre en Rafah es una gran masacre planificada».

Entre los muertos hay muchos combatientes pero también dos niños de 11 y 15 años. En total, 34 palestinos han muerto en Rafah y decenas de casas han sido destruidas, dejando a un millar de personas sin techo desde la muerte de cinco soldados israelíes el pasado 12 de mayo en un ataque palestino contra su vehículo blindado.

Según el ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz, esta operación bautizada 'Arcoiris y nubes' no tiene un límite de tiempo y su objetivo no es derribar casas, sino «dificultar el contrabando de armas» a través de túneles que cruzan la frontera con Egipto.

El Ejército israelí afirma que la finalidad de la operación es destruir esos túneles y ampliar una zona de seguridad que controla a lo largo de la frontera con Egipto. Helicópteros israelíes sobrevolaban ayer a baja altura la ciudad y el campo de refugiados disparando algunos misiles y ametrallando a hombres armados, según testigos. Al menos tres casas quedaron destruidas por completo hoy en el sector de Tal al Sultán, al oeste del campo de refugiados, según la misma fuente.