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Las autoridades iraníes han capturado tres patrulleras británicas en el Golfo Pérsico, acción que la agencia oficial IRNA vincula con las acusaciones de Londres y otras capitales a Teherán por el desarrollo del programa nuclear iraní. Las patrulleras fueron capturadas en el Golfo Pérsico y ocho de sus tripulantes detenidos, después de que hubieran penetrado ilegalmente en las aguas territoriales iraníes del Golfo Pérsico, según declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores, Hamid Reza Asefi.

«Los guardacostas iraníes, actuando de acuerdo con su obligación legal, capturaron los barcos y detuvieron a sus ocupantes. En este momento los individuos están siendo interrogados y hay una investigación en marcha para esclarecer el asunto», dijo Asefi. El portavoz añadió que podrían ser pronto liberados si se demuestra que su presencia en la zona era un error y no intencionada. Fuentes navales iraníes citadas por el canal Al Alam añadieron que se habían encontrado «armas y mapas» dentro de las embarcaciones.

Desde Londres, el Ministerio de Defensa aclaró que las tres embarcaciones de la Marina Real retenidas en Irán por las autoridades de ese país «no son barcos de guerra», como habían afirmado en un principio medios estatales iraníes. Mientras el Ministerio de Defensa británico ha anunciado que investiga el incidente, el de Asuntos Exteriores informó de que su embajador en Teherán se ha puesto en contacto con las autoridades iraníes para tratar de llegar a una solución al problema.

La zona del sur de Irak está bajo control militar británico, incluido el puerto de Um Qasr y las aguas territoriales circundantes. Las embarcaciones británicas en la zona se dedican oficialmente a vigilar esa región para garantizar la seguridad, impedir el contrabando y participar en la instrucción de las nuevas fuerzas iraquíes.