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EFE/EUROPA PRESS-BERLÍN
La pieza central de la agenda del canciller alemán Gerhard Schröder sobre reformas económicas incluidas en su «Agenda 2010» despejó su último obstáculo legislativo ayer, cuando el Gobierno se preparaba para mantener conversaciones este fin de semana para diseñar la estrategia futura.

La Cámara Alta del Parlamento alemán (Bundesrat) aprobó los aspectos financieros y administrativos de los planes para recortar los subsidios por desempleo y poner a los desempleados bajo crecientes presiones a aceptar trabajos, allanando el camino a las reformas que -tal como está previstoentrarán en vigor el 1 de enero del 2005.

Por otra parte, el debate sobre la prolongación de la jornada laboral para competir con países con costes laborales más bajos se ha abierto en Alemania y cada vez más empresas imitan a Siemens y deciden la reintroducción de las 40 horas semanales.

Siemens rompió hace algunos días un tabú en la economía germana y anunció la prolongación de la jornada laboral de 35 a 40 horas semanales, sin ajuste salarial, en dos de su plantas de fabricación de teléfonos para evitar el traslado de los empleos a Hungría.

Además de Siemens, otras compañías emblemáticas de la economía germana, apoyadas por la patronal alemana, han anunciado su intención de prolongar el tiempo de trabajo de sus empleados por el mismo salario.