Dos niñas riegan un rosal en el patio de su casa, cortado por el muro que se construye en Cisjordania.

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EFE-LA HAYA
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo órgano judicial de la ONU, hizo ayer un llamamiento internacional a la paz entre Israel y los palestinos, al emitir una sentencia condenatoria del muro que los israelíes construyen en Cisjordania.

Estas consideraciones son aplicables a los tramos del muro de Cisjordania que están construidos en las áreas palestinas ocupadas, y no en los erigidos en terreno israelí, situado en la frontera marcada por la llamada «Línea Verde», que divide los territorios de ambos pueblos en conflicto.

El dictamen de la Corte, que no tiene carácter vinculante sino que es una recomendación a la Asamblea General de la ONU, consideró que el muro que levanta Israel viola el derecho internacional, particularmente la Convención de Ginebra de 1949, que protege los derechos de la población civil en tiempos de guerra.

Esta decisión, que fue aceptada por todos los jueces de la Corte con excepción del estadounidense Thomas Buergenthal, advirtió de que la construcción del muro viola, entre otros, los derechos a la educación, sanidad, trabajo y autodeterminación de los palestinos. Además, argumentó que la construcción de la barrera de separación priva a los palestinos de su propiedad, y podría provocar el desplazamiento de la población hacia territorios vecinos, originando oleadas de refugiados.

Los jueces del Tribunal de la Haya, que se declararon «no convencidos» de que el muro satisfaga los argumentos de seguridad contra el terrorismo palestino aducidos por Israel, sentenciaron que la barrera de separación, «también en su trazado en Jerusalén este», debe ser demolida y que se debe paralizar su construcción.