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El barril de petróleo de Texas, el de referencia en EEUU, cerró ayer a 50,47 dólares en el mercado de Nueva York, con lo que alcanzó un nuevo récord, mientras los operadores aguardan a conocer hoy las últimas cifras sobre reservas almacenadas en Estados Unidos.

Por su parte, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, subió ayer un 0,97% y cotizó a 46,45 dólares al cierre del parqué, cifra récord desde que el International Petroleum Exchange empezó su actividad en 1988.

Los expertos calculan que las cifras del Departamento de Energía de EEUU (DOE) podrían confirmar una caída de más de tres millones de barriles en existencias de crudo y de más de un millón en productos destilados, que incluyen el gasóleo de calefacción.

De confirmarse las previsiones, los precios podrían acelerar aún más la tendencia alcista y alcanzar nuevos máximos entre los 50 y 60 dólares por barril a corto plazo, según algunos analistas.

«Con un mercado en precario equilibrio, la pérdida de una fuente importante de suministros, durante varias semanas, puede hacer que los precios se muevan muy por encima de los 50 dólares», señaló la firma Cambridge Energy Research Associates (CERA) en un informe.

El Brent se mantuvo al alza durante toda la jornada y llegó a pagarse a 46,72 dólares debido al temor de los inversores a una escasez de suministro ante la creciente inestabilidad en Nigeria, donde grupos rebeldes han amenazado la producción.

Al cierre del lunes, el barril de Brent para entrega en noviembre se pagó a 46 dólares, lo que ya fue un máximo histórico.

Ante esta situación las bolsas subieron ayer ya que hay muchos valores que tienen en la actualidad un precio muy bajo. Las plazas europeas se tomaron ayer un respiro, y pese a que el precio del crudo sigue subiendo, las compras se adueñaron de los principales mercados bursátiles y el Ibex 35 sumó un 0,61 por ciento, con lo que vuelve a acercarse a la cota de los 8.000 puntos.