Aunque las fuentes estadounidenses dijeron que los 130 muertos son
rebeldes, la cadena mostró imágenes de al menos dos niños que eran
sacados de los escombros de casas bombardeadas.
Estados Unidos aseguró que su bombardeo tuvo «blancos
selectivos», puesto que iba dirigido contra supuestos escondrijos
de fieles al fugitivo jordano Abu Musab al Zarqaui, cabecilla del
grupo terrorista Tauhid ual Yihad, responsable de los atentados más
sangrientos en el Irak de la posguerra.
La ofensiva aérea estadounidense para recuperar las zonas
controladas por los rebeldes iraquíes se inició en Samarra. La
operación que comenzó el jueves en Samarra (cien kilómetros al
norte de Bagdad) para desalojar a los insurgentes de la ciudad ha
dejado ya 130 muertos y 90 detenidos. El jefe de la Policía de
Samarra, Raad Zanzan, dijo que la ciudad está bajo entero control
de las tropas estadounidenses, que patrullan por las calles, donde
aún no ha aparecido la policía iraquí.
Por otra parte, el grupo extremista Ansar al Sunna, vinculado a
la red terrorista Al Qaeda, difundió ayer en su página web un vídeo
que muestra la decapitación de un iraquí que previamente había
«confesado» trabajar para las tropas estadounidenses. «Soy el
ingeniero Bareh Nafé Daud Ibrahim. Trabajo como empresario en el
campamento norteamericano de Taji», al norte de Bagdad, dijo este
hombre, que llevaba alrededor del cuello una «tarjeta de acceso al
campamento Taji».
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