«El cometido del político es asumir las responsabilidades no
sólo suyas, cuando ello sirve para el bien de la comunidad. Estoy
preparado para retirarme y favorecer el trayecto de la Comisión
Barroso, a la que auguro pleno éxito», declaró Buttiglione, de 56
años.
Asimismo, Buttiglione denunció haber sido víctima de una
«campaña» de imagen «de gran superficialidad» en su contra y se
autocalificó como «una víctima inocente». «He sido víctima de una
emboscada preparada desde el mes de junio (...) Pero no me quejo»,
señaló, reiterando que muchas de sus declaraciones habían sido
deformadas intencionadamente por la prensa. «Estoy orgulloso de
haber podido manifestar unos valores en los que creo y sufrir por
ellos», agregó.
Igualmente, se negó a aclarar si permanecerá en el seno del
Gobierno italiano, en el que hasta ahora ocupaba la función de
ministro de Asuntos Europeos. Respecto a la posibilidad de que el
actual jefe de la diplomacia transalpina, Franco Frattini, le
sustituya en Bruselas, Buttiglione se limitó a contestar que éste
es «un excelente ministro de Asuntos Exteriores».
La candidatura de Buttiglione como comisario de Libertades,
Seguridad y Justicia generó un amplio rechazo en el PE, debido a
sus polémicas declaraciones sobre los homosexuales y las mujeres.
De hecho, el pasado miércoles, la determinación total de
socialistas, verdes e Izquierda Unida de votar en contra de un
Ejecutivo con Buttiglione obligó a Barroso a un cambio de posición
'in extremis', que llevó al aborto del procedimiento para la
investidura de la nueva Comisión que debía entrar en funciones el 1
de noviembre.
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