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La violencia se extendió ayer por el triángulo suní con atentados que mataron a 37 personas en Samarra y ataques que hirieron a 20 soldados de EE UU en Ramadi en tanto continuaba la cuenta atrás para el asalto final a Faluya.

La explosión de dos coches-bomba a primera hora de la mañana frente a la municipalidad y un cercano puesto de control policial, que dejaron 23 muertos y 40 heridos, fue la que desató la jornada mas sangrienta de la posguerra en esa ciudad.

El derramamiento de sangre se inició en Samarra, al norte de Bagdad, donde un total de 37 personas murieron y más de 60 fueron heridas en una cadena de cuatros atentados con coches-bomba y ataques insurgentes con fuego de mortero.

Tras las dos primeras explosiones, el estallido de un tercer coche-bomba, que estalló cerca de un convoy militar estadounidense, no dejó víctimas, pero la explosión a continuación de un cuarto automóvil provocó la muerte de diez policías y heridas a cinco.

Poco después, la portavoz de las fuerzas de la coalición Sara Walker, informaba de que 20 soldados estadounidenses resultaron heridos en enfrentamientos con insurgentes iraquíes en Ramadi.