La votación se celebró tras una jornada dramática en el
Parlamento (Knéset), con incesantes idas y venidas entre los
líderes de los distintos grupos parlamentarios. En contra de los
presupuestos votaron todos los partidos con la excepción del Likud
y de los ortodoxos del Judaísmo Unido de la Torá (JUT). Entre los
que se opusieron, los 14 diputados del partido Shinui, socios hasta
ayer en la coalición de Sharón y que ahora se ven fuera de ella a
raíz de su voto.
«Sharón clavó un cuchillo por la espalda al Shinui para meter en
su coalición al JUT, que no apoya su plan de desconexión de los
palestinos», afirmó el líder de Shinui, Tomy Lapid.
La derrota del Ejecutivo estaba cantada desde el martes, cuando
esa agrupación anticlerical anunció que votaría en contra de los
presupuestos en protesta por un reciente acuerdo entre Sharón y el
JUT, a los que concedió unos 300 millones de shékels (unos 52
millones de euros) de los presupuestos de reserva. El resto de los
partidos votaron ayer en contra por considerar que los presupuestos
generales son «antisociales», al establecer una serie de recortes
draconianos en los subsidios públicos.
Sharón, que por la tarde había asegurado que cualquier ministro
que votase contra los presupuestos sería cesado en el cargo de
forma inmediata, entregó anoche las cartas de destitución a los
cuatro ministros del Shinui. Ahora Sharón está obligado a comenzar
las gestiones para buscar nuevos socios para su coalición, con los
22 diputados del Partido Laborista como objetivo principal.
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