De la acción se responsabilizó el grupo extremista islámico Ansar al-Sunna.

TW
0

De la acción se responsabilizó el grupo extremista islámico Ansar al-Sunna, al que se vincula con la red Al Qaeda. Según el mando militar estadounidense, sobre el mediodía del martes, varios cohetes y proyectiles de mortero cayeron sobre el perímetro militar de la base Merez, levantada en los alrededores de la citada localidad, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad. Uno de los cohetes impactó en uno de los comedores, donde en ese momento parte de la tropa almorzaba junto a varios miembros de la Guardia Nacional iraquí.

Poco después de conocerse la noticia, el grupo radical suní «Ansar al-Sunna» asumió la autoría de la masacre a través de un comunicado divulgado por internet. «Uno de nuestros muyahidín (combatientes islámicos) realizó el martes una operación de martirio contra un comedor de una base de las fuerzas de ocupación», explicó el documento, divulgado en una conocida web islamista, y cuya autenticidad no ha sido verificada.

El Pentágono confirmó que el proyectil segó la vida de 24 personas, entre soldados y civiles de diferentes nacionalidades. Un portavoz del Ejército, el capitán Brian Lucas, especificó que entre los 24 fallecidos, 19 eran soldados estadounidenses. No reveló el lugar de origen de los civiles, empleados de una empresa dedicada al abastecimiento de la tropa.

«Los soldados también responderán como siempre lo hacen: dedicados a cumplir con esta misión hasta que se complete», añadió el general Ham, adscrito a la 101 División Aerotransportada del Ejército de Estados Unidos. La Fuerza de Tareas Olimpia o Brigada Multinacional del Norte asumió oficialmente la responsabilidad por las operaciones militares de EEUU y sus aliados en el norte de Irak el pasado 5 de febrero.

A pesar de la violencia, Estados Unidos y el Gobierno interino iraquí parecen decididos a seguir adelante con el proceso electoral, considerado la piedra angular sobre la que se edificará el Irak democrático. La misma opinión expresó ayer el primer ministro británico, Tony Blair, quien llegó a Bagdad casi al mismo tiempo que los cohetes impactaban en la base Merez.