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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón procesó ayer por delitos de terrorismo a ocho presuntos miembros de una red vinculada con Al Qaeda, entre ellos un español, por haber supuestamente proporcionado apoyo logístico a algunos autores del 11-S, como Mohamed Atta y Ramzi Bin Alshib.

«El grupo habría prestado apoyo logístico a Ramzi Bin Alshib y otros miembros de Al Qaeda relacionados con los atentados acontecidos el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y servirían mediante el desarrollo de una red de falsificación de documentos para proporcionar identidades falsas o documentación inauténtica a otros miembros de la red para facilitar sus movimientos, su huida u ocultamiento o sus fines terroristas o su actuación dentro de organizaciones como Ansar al Islam», indica.

Se trata, según el auto de procesamiento, de Reda Zerroug, Redouan Zenimi, Samir Mahdjoub, Mohamed Ayat, Hedi Ben Youssef Boudhiba, «Fathi», y Khaled Madani, para los que ratifica la prisión provisional, así como de Tahar Ezirouali, para el que libra una orden internacional de detención, y del español Francisco García Gómez, al que deja en libertad bajo fianza de 20.000 euros. Garzón dicta orden de detención europea para «Fathi», arrestado en el Reino Unido.

Agrega que sus actividades desplegadas «se desvelan como las características de infraestructura financiera y logística que estos grupos y células desarrollan en España y otros países de Europa y contribuyen decisivamente a vertebrar la red Al Qaeda y sus grupos de apoyo en Europa».

La finalidad es «facilitar las acciones terroristas posteriores otorgando mayores márgenes de efectividad al disponer de medios y falsas identidades, lo que dificulta el descubrimiento y detención de los implicados». El auto explica que Zerroug, Madani, Mahdjoub, Zenimi y Ayat forman parte de una célula terrorista integrista vinculada a Al Qaeda.