TW
0

WANDA RUDICH-VIENA
La decisión de no alterar ahora la oferta de crudo, pero preparar un recorte para dentro de poco y reconocer oficialmente la intención de defender precios por encima de 30 dólares por barril, fueron ayer los resultados de la primera reunión celebrada por la OPEP este año. La 134 conferencia ministerial de la organización, una cita extraordinaria, concluyó este mediodía en el secretariado del grupo en Viena con el esperado anuncio de que se mantiene inalterada la cuota oficial de producción vigente de 27 millones de barriles diarios, que no incluye el bombeo de Irak.

Ello implicaría automáticamente cotizaciones aún más elevadas para el crudo Brent de Londres, el de referencia en Europa, y aún más para el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente en EEUU, pues éstos se venden cerca de 3 y 5 dólares por encima del de la OPEP, respectivamente. Tras evaluar la situación actual del mercado y las perspectivas para el primer semestre de 2005, el Consejo de Ministros del cártel constató «que el nivel de los suministros mundiales de crudo supera a la demanda», según señala la declaración final de la reunión.

Al mismo tiempo se «suspendió» oficialmente la banda de precios de entre 22 y 28 dólares que mantenía vigente la OPEP desde 2000 para su crudo, hasta la adopción de un nuevo nivel «más realista», es decir, bastante más elevado.

En este contexto, varios ministros, entre ellos el presidente de turno de la OPEP y ministro kuwaití de Petróleo, el jeque Ahmad Fahad Al-Ahmad Al-Sabah, abogaron por un precio mínimo de entre 30 y 35 dólares para el barril de la OPEP.

Ese exceso está favoreciendo la acumulación de crudo almacenado como reservas comerciales en los países consumidores, lo que presiona a la baja a los precios, si bien éstos han subido presionados por otros factores, como el clima y la incertidumbre geopolítica, explicaron los ministros.