Según varios testigos palestinos, unos jóvenes palestinos se
encontraban sentados al aire libre, hablando con un conocido líder
antihebreo, cuando varios soldados israelíes encubiertos se apearon
de un automóvil.
De acuerdo con estos grupos, esas muertes y las amenazas de
represalia de la Yihad Islámica pusieron fin a la tregua que
acompañó la retirada israelí de 24 asentamientos judíos de la
Franja de Gaza y Cisjordania. El líder palestino Mahmud Abbas pidió
a los grupos armados que no usen la violencia y respeten una tregua
que tiene ya seis meses de vida, aunque también acusó a Israel de
una provocación premeditada. Por su parte, el Ejército israelí
afirma que simplemente se limitaron a perseguir a varios prófugos
de la Yihad Islámica.
La redada efectuada el miércoles por la noche ocurrió horas
después que un palestino matara a puñaladas a un seminarista judío
británico en la parte antigua de Jerusalén.
Al parecer ambos incidentes no estuvieron relacionados. En la
redada efectuada en el campamento cisjordano de Tulkarem, ambas
partes se acusaron de disparar primero.
De acuerdo con esos testigos, los soldados ordenaron a todos los
presentes que se levantaran y enfocaron al grupo con un rayo láser
rojo antes de comenzar a disparar. «Vino un automóvil, se aperaron
varios hombres armados y nos dispararon. Me hirieron en un hombro»,
relató un menor de 15 años que fue herido en un ataque.
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