El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, hizo oídos sordos a las peticiones de no subir el precio del dinero.

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El Banco Central Europeo (BCE) cumplió ayer con las expectativas y elevó en un cuarto de punto los tipos de interés de la eurozona, hasta el 2,25 por ciento, lo que supone la primera subida del precio oficial del dinero en los últimos cinco años. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet -al que le toca por primera vez afrontar una decisión de este calado-, señaló que la subida obedece a la necesidad de mantener la inflación «anclada a niveles acordes a la estabilidad de precios».

Estas palabras fueron rápidamente interpretadas por los expertos, que entendieron que el BCE no va a iniciar una espiral de subidas de tipos y, más bien, situaron la decisión de ayer en el apartado de ajuste técnico. Las bolsas, que ya habían descontado el incremento en el precio del dinero, se mantuvieron casi invariables y continuaron con las ganancias.

Las palabras de Trichet, que compareció tras el anuncio de la subida, eran muy esperadas por los analistas para calibrar el sesgo que tomará la política monetaria del BCE a partir de ahora. Al presidente del BCE le valió una pequeña frase, no exenta de ambigüedad, para tranquilizar a los mercados: la política de la entidad «sigue siendo acomodaticia».

La gran incógnita ahora es saber cómo se moverá el Euribor a un año -la principal referencia para los préstamos hipotecarios a interés variable-, ya que actualmente se encuentra medio punto por encima del precio oficial del dinero. Los analistas discreparon sobre el camino por el que discurrirá este indicador -que mide la media a la que se prestan dinero los bancos europeos- y mientras algunos señalan que bajará para acercarse a la cota del 2,50 por ciento, otros creen que se mantendrá próximo al 2,75 por ciento.

Una subida en el Euribor de 0,25 puntos equivale, para una hipoteca media -de 120.000 euros a 20 años- a un aumento de unos 15 euros en la cuota mensual. La subida de ayer, esperada por casi todos los analistas y contestada desde hace días por varias instituciones como la OCDE, acorta el diferencial existente con los tipos de interés en Estados Unidos, que están fijados en el 4,00 por ciento.