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El Gobierno alemán formó ayer un gabinete de crisis para abordar el secuestro en Yemen del ex-secretario de Estado de Exteriores, Jürgen Chrobog -un diplomático que en el pasado medió para la liberación de turistas occidentales-, su esposa y sus tres hijos.

Chrobog, según fuentes gubernamentales alemanas, estaba en Yemen en visita privada, invitado por un ex-embajador de ese país en Alemania que ahora es viceministro de Asuntos Exteriores.

Al parecer la familia no está en peligro inminente de sufrir daño, y los secuestradores se han puesto en contacto con las autoridades yemeníes, a las que exigen la liberación de varios miembros de su tribu encarcelados por pertenencia a una banda armada, según la cadena de televisión alemana NTV.

Según informaron las autoridades yemeníes, el secuestro se produjo en un restaurante junto a la carretera entre la ciudad portuaria de Adan y la capital de provincia de Schanwa, unos 470 kilómetros al este de Sanaa. En el momento del secuestro iban acompañados por dos chóferes y un guía local y ahora reciben comida, bebida y un trato correcto de sus captores, según reveló el tour-operador yemení que organizó el viaje, Abu Taleb Grupo (ATG).

Respecto a los interlocutores con los que se está en contacto, la portavoz del Gobierno alemán rehusó dar detalles «por razones de seguridad», siguiendo la práctica habitual del Ejecutivo de ese país, que no suele revelar los contactos que pueda tener con secuestradores.

Chrobog, de 65 años, fue secretario de Estado del anterior Gobierno del canciller Gerhard Schröder, y como tal medió en el caso del secuestro de un grupo de 14 turistas europeos, entre ellos nueve alemanes, en el Sahara argelino, en el año 2003. Aquellos rehenes, que fueron secuestrados cuando realizaban un viaje de aventura por el desierto, estuvieron casi seis meses en poder de una banda integrista argelina y finalmente fueron liberados en Mali.