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El juicio contra el depuesto presidente iraquí Sadam Husein y siete de sus asesores se reanudó ayer en Bagdad en medio de gran tensión, después de que el juez ordenase sacar a la fuerza a cuatro de los acusados, incluido el ex dictador. Según fuentes iraquíes, la tensión comenzó minutos después del inicio de la nueva sesión del proceso, cuando el juez kurdo Rauf Rashid Abdelrahman ordenó expulsar de la sala del tribunal a Barzan al Tikriti, hermanastro de Sadam, tras una fuerte discusión entre ellos.

Tras abrir la octava sesión, el nuevo juez exigió que los ocho acusados eviten «pronunciar discursos políticos» durante el proceso. Esta petición fue seguida por una fuerte discusión entre Abdelrahman y Barzan, antiguo jefe de los servicios secretos iraquíes, quien acusó al juez de tratar a los procesados «como si estuvieran en un tribunal militar y no civil».

La sesión de ayer es la octava desde la apertura del proceso contra los ocho ex líderes iraquíes, acusados todos ellos de crímenes contra la humanidad, y la primera presidida por Abdelrahman, nombrado en lugar del juez Rezgar Amin. Amin, también kurdo, presentó su dimisión a principios de este mes en protesta por lo que calificó de «interferencia» por parte de algunos miembros del Gobierno -controlado por kurdos y chiíes- en la marcha del juicio.

Una discusión similar ocurrió minutos después entre Sadam y el juez quien tomó una decisión similar contra el ex dictador, así como contra otros dos acusados, entre ellos el ex vicepresidente iraquí Taha Yasin Ramadan. Varios de los abogados de la defensa decidieron abandonar la sala en protesta por la expulsión de cuatro de los ocho acusados, procesados en relación de la matanza de 148 chiíes iraquíes en 1982.

Mientras, al menos cuatro iraquíes murieron y más de diez resultaron heridos ayer en una serie de cinco atentados perpetrados contra iglesias cristianas en Bagdad y Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de la capital.

Asimismo, dos periodistas de la cadena estadounidense ABC News se encuentran en estado grave después de resultar heridos ayer en un atentado con comba en la localidad iraquí de Taji. El presentador Bob Woodrugg y su cámara, Doug Vogt, viajaban junto a un equipo formado por cuatro hombres en un convoy con miembros del Ejército iraquí.