El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, rezó ayer ante la tumba del ayatolá Jomeini.

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EFE-VIENA
La agencia nuclear de la ONU señala en el documento reservado que Irán se niega a proveer información sobre «experimentos relacionados con explosivos de alta calidad que podrían tener una dimensión nuclear militar». El informe, elaborado por el subdirector de la OIEA para Salvaguardas, Olli Heinonen, será presentado el jueves a la Junta de Gobernadores del organismo, que en una reunión de emergencia podría enviar el dossier iraní al Consejo de Seguridad de la ONU, órgano con poderes para dictar sanciones.

Un diplomático cercano a la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dijo en Viena que esas instrucciones, obtenidas por Irán a través del mercado negro nuclear del científico pakistaní Abdul Qadeer Jan, «no tienen otro propósito que fabricar armas nucleares».

Los inspectores de la OIEA pudieron acceder a 60 páginas de información de las cuales 15 contienen «una descripción de los procedimientos para reducir gas UF6 en pequeñas cantidades y el moldeo de uranio enriquecido y empobrecido en formas redondas, relacionado con la fabricación de compuestos de armas nucleares».

Sin embargo, Irán no permitió a los inspectores sacar una fotocopia de estos documentos, aunque lograron un acuerdo para sellar la documentación con precintos de la OIEA. Irán asegura que no pidió ese manual y que nunca lo usó.

La fuente, familiarizada con el contenido del documento reservado, aseguró además que el OIEA «sigue sin poder establecer una conclusión sobre la naturaleza del programa nuclear de Irán».

«Los inspectores necesitan más información. No saben si las declaraciones de Irán son completas», añadió el diplomático bajo la condición del anonimato debido a la delicadeza del asunto. Además, los inspectores del OIEA, que estuvieron en Irán la semana pasada, confirmaron que la República Islámica ha iniciado algunos trabajos en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, en el centro del país persa.