TW
0

La compañía de Emiratos Arabes Unidos 'Dubai Ports World' anunció ayer que con el objetivo de mantener las buenas relaciones entre la empresa y Estados Unidos ha decidido renunciar al contrato para la gestión de seis importantes puertos norteamericanos, y que cederá las operaciones en el país a una entidad americana.

Hasta el momento no está claro cómo la compañía piensa llevar a cabo esa escisión y si venderá sus activos en EEUU o mantendrá algún interés en ellos.

Según fuentes de la Administración estadounidense, el propio primer ministro de los Emiratos Arabes Unidos, el jeque Mohamed al Maktum, «aconsejó a la empresa de que esta medida era la más apropiada».

Con este anuncio, y pendientes ahora de conocer cuál será la empresa estadounidense elegida para gestionar los puertos de New Jersey, Nueva York, Nueva Orleans, Philadelphia, Baltimore y Miami, parece amainar la batalla entre el presidente de EEUU, George W. Bush, que defendió hasta el último momento el contrato, y el Congreso estadounidense cuya Cámara de Representantes bloqueó la operación.

No obstante, los demócratas han reaccionado de forma cauta ante un anuncio que no especifica ni la empresa americana que se hará con el contrato ni los detalles de la operación, y seguirán adelante en el Senado con su intención de votar a favor de prohibir de forma total la operación.

El senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer, pidió estudiar en profundidad el anuncio realizado por 'DP World', vinculando su apoyo a que las operaciones americanas sean «totalmente independientes» y no haya un último control emiratí.

La causa de Dubai Ports ha alimentado los temores en Oriente Medio a un riesgo político de las inversiones de árabes y musulmanas en Estados Unidos. Muchos árabes han dicho que la oposición de políticos estadounidenses al acuerdo es «una bofetada de racismo». Muchos políticos estadounidenses sostienen que en el pasado los Emiratos simpatizaron con los terroristas islámicos.