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EUROPA PRESS-LA HAYA
El juez presidente del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Fausto Pocar, aseguró ayer que el fallecido ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic murió a causa de un infarto de miocardio y añadió que la autopsia realizada por los toxicólogos holandeses no detectaron ningún resto de veneno o medicinas en su cuerpo en un nivel de concentración que fuera «tóxico» o pudiera provocarle la muerte.

Asimismo, en rueda de prensa celebrada en La Haya, Pocar anunció que el TPIY ha ordenado una auditoría externa sobre el funcionamiento interno del centro de detención de Scheveningen, cerca de esta ciudad holandesa, en el que permaneció Milosevic durante cuatro años y en una de cuyas celdas apareció muerto el pasado 11 de marzo.

«En aplicación del reglamento sobre régimen de detención, las autoridades de Países Bajos, Estado que alberga el Tribunal», ordenaron «una investigación independiente», después de que «los jueces que examinaron a Slobodan Milosevic el sábado 11 de marzo no pudieron establecer la causa de su muerte». La autopsia, efectuada «tal como exige la legislación holandesa», fue realizada el 12 de marzo «en presencia de dos médicos de Belgrado», explicó Pocar.

Por otra parte, la familia de Milosevic no asistirá hoy a su entierro, informó ayer el vicepresidente del Partido Socialista de Serbia, Milorad Vucelic. «Debido a las declaraciones contradictorias de las autoridades en cuanto a la seguridad de la familia de Slobodan Milosevic y especialmente por las amenazas y chantajes dirigidos a su viuda, a la familia en realidad se le imposibilita la llegada al funeral», argumentó Vucelic.

La viuda del ex presidente, Mirjana Markovic, abandonó Serbia en febrero del 2003 y se estableció presumiblemente en Rusia, debido al inicio en Belgrado de un proceso en su contra por presuntas malversaciones con fondos estatales de vivienda.