Romano Prodi aprovecha las jornadas festivas para hacer deporte, ataviado con una camiseta 'nacional'.

TW
0

EFE-ROMA
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, vio ayer alejarse sus últimas esperanzas de dar un vuelco a las elecciones que ganó el progresista Romano Prodi, después de que Interior redujera a poco más de 5.000 el número de papeletas cuestionadas.

En una carta que publica hoy en el diario 'Corriere della Sera', Berlusconi asegura que, «al menos a la luz del voto popular, no hay vencedores ni vencidos».

Prodi, al frente de la coalición progresista 'La Unión', se hizo con la victoria con un ajustado margen de cerca de 25.000 votos, por lo que aunque todos los sufragios dudosos sean para Berlusconi, el resultado definitivo no cambiará.

Pese a la evidencia, el jefe del Gobierno sigue en sus trece sin reconocer abiertamente la victoria de su rival, escudado en el hecho de que los resultados aún no han sido «oficializados» por el Tribunal de Apelaciones, encargado de validar el recuento.

En el mensaje, adelantado ayer parcialmente por medios informativos italianos, el aún primer ministro acusa a Prodi de buscar «obstinadamente una prueba de fuerza» sobre su victoria.

También reitera su ofrecimiento de que los conservadores y los progresistas formen una alianza de Gobierno, al estilo de la que existe en Alemania, al menos -señala- con un acuerdo «parcial» para afrontar los retos inmediatos de Italia.

Romano Prodi, por su parte, reclamó a Berlusconi y a sus aliados que «reconozcan sin incertidumbres» la victoria del centroizquierda, y aseguró que «la partida está cerrada».

«Ya es hora de que termine esta extraña comedia y se siga adelante», agregó el futuro primer ministro italiano.

El líder de la coalición progresista se mostró favorable a dialogar con los conservadores «porque es necesario unir Italia», y aseguró que buscarán el acuerdo en cuestiones como la elección del nuevo presidente de la República, que será nombrado por el Parlamento a partir del 14 de mayo.

Sin embargo, reiteró que la coalición 'La Unión' no tiene intención de dar la presidencia de ninguna de las dos Cámaras -en las que tiene mayoría- a los conservadores, ya que «estarán guiadas por dos representantes del centroizquierda, tal como hizo el centroderecha tras las elecciones del año 2001».