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EFE-HAIFA
La milicia chií libanés Hezbolá llevó a cabo ayer el mayor ataque contra Israel desde el pasado 12 de julio al lanzar en torno a 200 cohetes contra diversas ciudades del norte del país, que causaron un muerto en las inmediaciones de la localidad de Naharía.

Con este lanzamiento masivo de cohetes, varios de ellos de medio y largo alcance, la milicia chií parecía responder a la operación desarrollada de la madrugada del miércoles por comandos de elite israelíes, que fueron helitransportados hasta el valle libanés de la Bekaa, donde capturaron a cinco milicianos de Hezbolá y mataron a otros diez.

Un ciudadano israelí resultó muerto en un ataque con cohetes contra el kibbutz Saar, junto a la ciudad septentrional israelí de Naharía y a unos seis kilómetros de la frontera con el Líbano, informaron fuentes médicas.

Asimismo, dos de los cohetes, que según la radio israelí eran de fabricación siria, impactaron en la aldea de Beit Sheán, aún en territorio de Israel pero muy cerca de la ciudad de Jenín, en el norte de Cisjordania.

Éste fue el ataque de Hezbolá que más se ha alejado hasta ahora de la frontera, dado que el impacto se produjo a unos 70 kilómetros en el interior del territorio israelí.

En cuanto a la operación de comandos israelíes en el valle de la Bekaa, en la que únicamente fueron capturados cinco milicianos de Hezbolá de bajo nivel, el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Dan Halutz, dijo hoy que no tenía otro propósito que exponer al enemigo hasta dónde puede llegar la capacidad operativa del Ejército.