Civiles libaneses, de regreso a sus casas en la franja sur del país, celebran la victoria obtenida sobre Israel.

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FRANCE PRESS-JERUSALÉN/BEIRUT
Después de más de un mes de enfrentamientos entre el Ejército de Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, hoy comenzó a regir el cese de hostilidades decretado por el Consejo de Seguridad de la ONU, si bien se registraron incidentes aislados que se saldaron con la muerte de seis milicianos. Ambas partes aprovecharon las últimas horas de hostilidades para lanzar pasquines y ataques mutuos, en uno de los cuales perdió la vida un trabajador de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

El propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, celebró poco después que el alto el fuego estaba siendo «globalmente respetado».

Duradero
El secretario general apeló a las partes a «comprometerse en un alto el fuego duradero, en cooperación con la Fuerza interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) y conforme a las medidas enunciadas por el Consejo de Seguridad».

A pesar de la entrada en vigor del alto el fuego, el Ejército israelí anunció que proseguirá con su bloqueo por aire y mar sobre Líbano. El embargo seguirá vigente hasta que se considere que no hay riesgo de que Hezbolá pueda perpetrar ataques contra territorio hebreo, según informó un alto oficial bajo el anonimato. Las restricciones de tráfico en el sur de Líbano también permanecerán vigentes «por ahora», a pesar de que miles de refugiados libaneses están colapsando las carreteras y tratan de llegar a sus casas.

Responsables libaneses, israelíes y de Naciones Unidas se encontraron hoy en la frontera entre Israel y Líbano para discutir sobre la retirada hebrea y el despliegue del Ejército libanés en el sur del país, según informaron fuentes de la ONU. Según aseguró el ministro de comunicación libanés, Maruan Hamade, el Ejército estará listo para desplegarse más allá del río Litani en dos o tres días.