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PIEDAD VIÑAS-WASHINGTON
El presidente de EEUU, George W. Bush, reclamó el despliegue urgente de una fuerza multinacional que vigile el cumplimiento de la tregua en Líbano y anunció el envío de un paquete de ayuda humanitaria y de reconstrucción a ese país.

Esa fuerza se encargará de ayudar al Gobierno libanés a recuperar el control de todo el país y además, dijo, será una herramienta clave también para garantizar que las milicias de Hezbulá no consigan rearmarse con la ayuda de Irán o Siria, países a los que Bush tachó de patrocinadores del terrorismo.

«La comunidad internacional debe designar el liderazgo de esta nueva fuerza internacional, darle reglas sólidas de compromiso y desplegarla lo antes posible para asegurar la paz», declaró el presidente en rueda de prensa en la Casa Blanca.

El llamamiento de Bush se produce ante los crecientes temores de que fracase el frágil alto el fuego que el pasado día 14 puso fin a un conflicto de 34 días entre Israel y la guerrilla libanesa Hezbulá y que, según el gobierno de Líbano, ya ha sido violado por las fuerzas israelíes.

Aunque el presidente de EEUU reconoció que la diplomacia a veces «puede ser frustrante», insistió en que la comunidad internacional debe hacer lo posible por lograr un consenso en torno a la fuerza de paz de las Naciones Unidas porque «la necesidad es urgente».

La tardanza en su despliegue se debe a la falta de un acuerdo sobre las contribuciones que los distintos países deben hacer a la futura Fuerza Provisional de la ONU para el Líbano (FPNUL).

Esa fuerza, que ahora cuenta con 2.000 soldados, será ampliada hasta unos 15.000 como respaldo al despliegue del Ejército libanés en el sur del país y, en principio, todo apunta a que estará liderada por Francia.

No obstante, el hecho de que las autoridades francesas hayan confirmado el envío de un contingente de sólo 200 efectivos adicionales a la zona ha generado dudas en torno a ese liderazgo, e incluso ha llevado a Israel a pedir a Italia que asuma el mando de la FPNUL.

Bush no ha hablado de quién debe estar a la cabeza de esa fuerza multinacional pero sí ha reiterado que le gustaría que el compromiso de Francia fuese mayor. Aunque dejó claro que «estamos presionando a todos» para acelerar el despliegue, también reiteró que espera que las autoridades francesas hagan una mayor contribución.

La razón está, prosiguió, en que «Francia tiene una relación muy estrecha con Líbano. Hay lazos históricos» muy fuertes entre los dos países. «EEUU hará su parte» y contribuirá con ayuda logística y de inteligencia al nuevo contingente, que Bush insistió en que es necesario no sólo para controlar el alto el fuego y evitar que Hezbulá siga siendo un «Estado dentro del Estado», sino también para acelerar la entrega de ayuda humanitaria. En el ámbito humanitario, dijo, Washington se ha adelantado al despliegue de las fuerzas de la ONU con la distribución de más de 25 millones de dólares, de los 50 millones que inicialmente anunció para las labores de reconstrucción de primera necesidad. A eso hay que añadir más de 230 millones de dólares adicionales destinados a operaciones de ayuda humanitaria y de reconstrucción, que incluyen una partida de 42 millones para entrenar y equipar a las fuerzas armadas libanesas y 25.000 toneladas de trigo que se van a distribuir entre la población libanesa en las próximas semanas.