El líder supremo religioso de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que Teherán no renunciará al desarrollo de la tecnología nuclear. Esta ratificación en el posicionamiento inicial de Irán coincidió con la expulsión de varios inspectores de la ONU que trataron de examinar una instalación nuclear subterránea y se produjo tan sólo un día antes de que Teherán entregue al Consejo de Seguridad de la ONU su respuesta definitiva a la petición de que abandone su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de un programa de incentivos políticos y económicos.
«La República de Irán ha adoptado su propia decisión y, en el caso nuclear, si Dios quiere, con paciencia y poder, continuaremos ese camino», señaló Jamenei, que acusó a Estados Unidos de intentar presionar a Irán, pese a que Teherán ha demostrado que no quiere fabricar armas atómicas. Sin embargo, el régimen de los ayatolas sigue violando el Tratado de No Proliferación Nuclear. Teherán impidió ayer el paso a inspectores de la ONU que deseaban examinar una instalación nuclear subterránea en Naratz.
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