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EFE-JERUSALÉN
El Ejército israelí continuó por cuarto día consecutivo una ofensiva de gran escala contra la franja de Gaza, en la que mató al menos a siete palestinos en ataques con misiles y en intercambios de fuego.

Un miembro destacado de las milicias de Hamás, Loai al Burnu, de 32 años, conducía un automóvil por la calle al Yala de la ciudad de Gaza cuando fue alcanzado por un misil lanzado desde el aíre.

La presidencia finlandesa de turno de la Unión Europea mostró ayer su «profunda preocupación» por la creciente violencia en la franja de Gaza y recordó a Israel que el derecho a la defensa que tiene todo Estado «no justifica el uso de violencia desproporcionada».

También apeló a los líderes palestinos para que pongan fin a las actividades terroristas, incluido el lanzamiento de misiles contra territorio de Israel. En opinión de la presidencia de la UE, la violencia sólo empeorará «la ya grave situación en la región», cuya urgente necesidad es «la vuelta al proceso de paz».

El número de palestino muertos ayer fue de siete, entre ellos uno cuya casa, en la ciudad de Beit Hanún, se derrumbó encima de él cuando fue alcanzada por un proyectil lanzado desde un carro de combate, y suman 42 los muertos desde el inicio de la ofensiva, el miércoles pasado.

El propio movimiento islámico fue el que anunció en una octavilla distribuida en Gaza que Al Burunu era un jefe de su brazo armado y en particular un experto en la fabricación de explosivos.

Poco después, un misil tierra-tierra disparado contra un grupo de palestinos que se encontraban cerca de una gasolinera al este del campo de refugiados de Yabalia mató a Ibrahim Bisuni, de 19 años, y causó heridas a otras cuatro personas.

Otro palestino murió cuando fue disparado por un tirador de élite del Ejército israelí y un quinto en un intercambio de fuego con una unidad especial de las tropas hebreas, en el que un oficial israelí fue herido grave.

Las fuerzas aéreas israelíes mataron también ayer a dos hermanos, presuntos miembros del movimiento islámico de Hamás, al este del campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la franja de Gaza. Fueron alcanzados por un misil lanzado desde un avión no tripulado del Ejército israelí mientras intentaban disparar un cohete Kasam contra Israel.

Por su parte, Muaia Hasanein, portavoz del hospital Shifa, principal centro médico de la franja de Gaza, afirmó que el número de palestinos muertos por disparos israelíes desde el pasado miércoles ha alcanzado los 42.