Estudiantes iraquíes abandonan centros universitarios de Bagdad al no estar garantizada su seguridad.

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EFE-BAGDAD
Medio centenar de personas murieron y los cadáveres de otras 40 fueron hallados ayer en una nueva jornada de violencia que sacudió Irak, en cuya capital fueron secuestrados al menos 50 funcionarios del ministerio de Educación Superior.

El derramamiento de sangre había comenzado ayer con un bombardeo de aviones y carros de combate estadounidenses contra varios barrios de la ciudad de Ramadi, 100 kilómetros al oeste de Bagdad, que causó la muerte entre la noche de lunes y el martes, de 26 civiles, entre ellos mujeres y niños.

En una acción todavía confusa anoche, al menos 50 funcionarios del ministerio de Educación Superior iraquí fueron secuestrados a primera hora de la mañana por un grupo de hombres armados, que a lo largo del día liberaron a 20 de ellos, según fuentes del ministerio de Interior. Al principio, esas mismas fuentes habían asegurado que al menos 150 funcionarios habían sido secuestrados.

Como consecuencia del secuestro masivo en el Instituto de Investigaciones Culturales, cinco oficiales de la policía del distrito de Al Kerrada fueron detenidos por su supuesta implicación en los hechos, según el ministerio del Interior, que ha creado una «célula de crisis» para intentar solucionar el caso.

Como consecuencia del ambiente de inseguridad en las instalaciones universitarias, el Ministerio del Interior pidió a los estudiantes que las abandonasen hasta nueva orden.

La segunda acción más sangrienta sucedió al mediodía en el centro de Bagdad, donde al menos diez iraquíes perdieron la vida y otros 25 resultaron heridos de diversa consideración por la explosión de un coche bomba, según fuentes policiales.

Asimismo, un ataque con morteros contra varias viviendas del norte de la capital y el estallido de un artefacto explosivo en una estación de autobuses del este de Bagdad segaron la vida de seis civiles e hirieron a otros 16.

La espiral de violencia y sangre se expandió también a la populosa barriada chií de Ciudad Sadr, donde la policía informó de que dos personas murieron y otras 25 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en las inmediaciones de una comisaría.

Por su parte, un grupo de desconocidos acribilló a siete civiles que se trasladaban en un microbús en una carretera de Baquba. Al menos 40 cadáveres acribillados a balazos fueron sido hallados ayer en distintas partes de Bagdad.