Tropas del Gobierno transitorio, a la salida del palacio presidencial, en Mogadiscio.

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OTR/PRESS-MOGADISCIO/MADRID
Estados Unidos ha entrado en el conflicto de Somalia con helicópteros de combate. Desde la noche del lunes, la aviación y los AC-130 estadounidenses han lanzado diferentes ataques en territorio somalí para acabar con supuestas bases de Al Qaeda en este país, que se halla inmerso en una guerra civil contra los Tribunales Islámicos. Según un portavoz del Pentágono, las actuaciones estaban basadas en informes veraces de sus Servicios de Inteligencia y en su compromiso de lucha contra el terrorismo. Según testigos de los bombardeos, las más de 30 víctimas que dejaron los bombardeos eran civiles, entre ellos, cuatro pastores.

Las cadenas de televisión norteamericanas informaron de que el objetivo del ataque eran varios dirigentes de la Unión de Tribunales Islámicos huidos en la última semana de diciembre de la capital, Mogadiscio, tras la irrupción en la ciudad de las tropas leales al Gobierno provisional y el apoyo del Ejército etíope.

Ayer por la noche, dos helicópteros AC-130 lanzaron sus misiles en supuestos fortines terroristas en las localidades de Ras Kamboni y Afmadow, en lo que supone la primera actuación armada de Estados Unidos en territorio somalí en los últimos doce años. Los ataques se repetían por la tarde en otros puntos del país.

Entre esos objetivos, según la cadena CBS, estaría el líder de la organización Al Qaeda en el este de Àfrica y uno de los terroristas más buscados por su implicación en los atentados de 1998 contra las embajadas norteamericanas de Dar es Salaam (Tanzania) y Nairobi (Kenia). El presidente de Somalia, Abdullahi Yusuf, autorizó expresamente la intervención militar de EEUU en el país, asegurando que la Casa Blanca «tiene derecho a bombardear a los supuestos terroristas que atacaron sus embajadas».