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AGENCIAS-BAGDAD/NUEVA YORK
Las fuerzas de seguridad iraquíes mataron ayer a 50 insurgentes y detuvieron a otros 25, entre ellos varios de distintas nacionalidades árabes, en una redada en el centro de Bagdad, según el canal de televisión gubernamental Al Iraqiya.

Por otra parte, el anuncio hoy de la estrategia del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para Irak podría suponer el primer choque del Ejecutivo norteamericano con el nuevo Congreso demócrata si, como es previsible, se confirma la intención del líder republicano de incrementar el número de tropas destinadas al país árabe en 20.000 efectivos adicionales.

La operación fue confirmada por el mando militar estadounidense, que aseguró que había sido una ofensiva conjunta del Ejército iraquí y las tropas de la coalición, para «impedir las actividades rebeldes y recuperar la seguridad» en el norte de la calle Haifa. Según un comunicado del Ejército de EEUU, tres insurgentes fueron detenidos en esa operación.

Fuentes policiales iraquíes habían afirmado anteriormente que se registraron enfrentamientos entre insurgentes y fuerzas de seguridad iraquíes, secundadas por el Ejército estadounidense, en las calles Haifa y Al Alaui. Los enfrentamientos causaron el cierre de algunas calles y puentes en la región, según las fuentes.

En otra ofensiva las fuerzas de seguridad iraquíes detuvieron a 92 personas, entre ellas 24 buscadas por la policía, según Al Iraqiya.

Tras dos meses de espera, Bush planteará a la nación -en una declaración televisada a las nueve de la noche (hora del este de Estados Unidos)-, la nueva estrategia para acabar con la espiral de violencia sectaria que sacude Irak y que ha dejado a las tropas norteamericanas, en la actualidad unas 140.000, incapacitadas para pacificar el país e iniciar una retirada.