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EFE-WASHINGTON
Ocho precandidatos demócratas a la presidencia de EEUU mantuvieron ayer un debate centrado en la guerra de Irak, en el primer cara a cara de la campaña que culminará con las elecciones del próximo año.

El debate de 90 minutos se realizó en uno de los salones de la Universidad Estatal de Carolina del Sur, en la ciudad de Orangeburg, y de él no surgió un claro ganador, según los expertos. En el debate también participaron los senadores John Edwards y, Christopher Dodd, quienes junto con Biden, ya han dicho que su voto en favor del conflicto en 2002 fue un error.

«Si este presidente no nos saca de la guerra en Irak, yo lo haré cuando sea presidenta», prometió con gesto severo la senadora de Nueva York, Hillary Rodham Clinton.

La legisladora, que horas antes había votado en favor de un proyecto de ley que establece plazos para la retirada militar de ese país, instó al presidente George W. Bush a que desista de su amenaza de vetar la iniciativa.

«Tal vez haya sido el senador Joe Biden, quien se mostró claro y seguro», manifestó James Cargyll, experto político de la cadena de televisión CNN.

Sin embargo, para Amy Holmes, experta en asuntos políticos consultada por CNN, la ganadora fue claramente Hillary Clinton, quien se mostró segura y enérgica cuando se refirió a la guerra.

La ex primera dama manifestó que el pueblo de EEUU decidió terminar la intervención militar cuando entregó la mayoría del Congreso a los demócratas en las elecciones legislativas de noviembre del año pasado.

«Este es el momento en que los iraquíes deben asumir sus responsabilidades y formar un gobierno que resuelva la situación», señaló la legisladora que encabeza las encuestas de cara a las elecciones.

Sin embargo, Clinton se abstuvo de ofrecer disculpas por su voto inicial favorable a la guerra, manteniendo una posición que ha indignado a muchos demócratas.

«La senadora Clinton y quien haya votado por esta guerra tienen que buscan en su conciencia y decidir si estuvieron en lo correcto», manifestó Edwards en lo que constituyó el único comentario crítico entre los participantes en el debate.

El senador de Illinois, Barack Obama, considerado también como uno de los más serios aspirantes a la candidatura demócrata y que rechazó desde el principio la invasión, afirmó que la administración de Bush debe convencerse de que no existe una salida militar.

«La solución es política. Los iraquíes son los que tienen que tomar la decisión de avanzar hacia el restablecimiento de la paz», indicó.