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EFE-EL VATICANO
El primer ministro británico, Tony Blair, se entrevistó ayer con el papa Benedicto XVI en medio de rumores acerca de su posible conversión al catolicismo, asunto que, según ha precisado, no está aún decidido.

En total, Blair estuvo una hora y veinte minutos en el Vaticano, que abandonó para dirigirse a un almuerzo en el English College, un antiguo seminario de Roma para la formación de sacerdotes católicos británicos, otro gesto interpretado como su deseo de entrar en esta confesión.

En un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano tras el encuentro se señala que ambos revisaron «en un franco diálogo» la actual situación internacional, «sin olvidar cuestiones particularmente delicadas, como el conflicto en Oriente Medio y el futuro de la Unión Europea tras la cumbre de Bruselas». «Finalmente, tras un intercambio de opiniones sobre algunas leyes aprobadas últimamente por el Parlamento del Reino Unido», ambos comentaron el futuro inmediato del primer ministro, que abandonará el cargo el miércoles.

El comunicado destaca que Blair ha expresado su «vivo deseo» de empeñarse particularmente en la búsqueda de la paz en Oriente Medio y el diálogo interreligioso.

El Vaticano no ha hecho, en cambio, comentario alguno sobre la posible conversión de Blair al catolicismo, que los medios de comunicación británicos e italianos dan como inminente. Sin embargo, en declaraciones al diario británico «The Times», recogidas en su edición digital, Tony Blair, de confesión anglicana, ha afirmado que «las cosas no están tan resueltas como parecen» en este ámbito.