TW
0
EFE-TEHERÀN El primer ministro de Irak, el chií Nuri Al Maliki, inició ayer una visita oficial en Teherán en busca de un mayor apoyo político y económico a sus esfuerzos para restablecer la seguridad y solucionar la crisis en el seno del gobierno iraquí.

Maliki, que llegó a la capital iraní capital procedente de Turquía, fue recibido por el vicepresidente de Irán, Pervez Daudi, y tenía previsto entrevistarse ayer mismo con el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad.

Durante su estancia de tres días en Teherán, Maliki se reunirá, asimismo, con el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, el hombre que tiene la última palabra en la República Islámica.

Las autoridades y los medios de comunicación locales consideran «importante» esa visita para coordinar posturas respecto a cómo reducir la violencia en Irak, un objetivo que ha llevado a EEUU e Irán a iniciar el primer diálogo directo entre ambos en 27 años.

«Este viaje contribuye al establecimiento de la seguridad y al respaldo del Gobierno de Irak, algo que Irán trata de subrayar en las negociaciones con los (norte)americanos», dijo ayer el presidente del Parlamento iraní, Hadad Adel.

Maliki, que visita Irán acompañado de una importante delegación política y de seguridad, estudiará con las autoridades iraníes los medios para aplicar los acuerdos bilaterales alcanzado durante su primera visita a Teherán, en septiembre pasado.

Según fuentes iraníes e iraquíes, esos acuerdos prevén el apoyo iraní a las obras de reconstrucción en Irak, especialmente en el sector de los servicios, a fin de aliviar el sufrimiento diario de los iraquíes y reducir las críticas al Ejecutivo de Maliki.

El primer ministro iraquí intenta, además, convencer a Irán de la necesidad de elevar el rango de su representación en las negociaciones con EEUU sobre Irak.